
Recogimos nuestras cosas, nos disculpamos, todo arreglado, no hubo ningún problema. La bronca la llevamos, pero la noche anterior no nos la quitaba nadie ;)
A las 11 llego el Ferry hacia. Tenia dos tarifas:
La básica que consistía en llevarte a Villa O´Higgins. La completa, más cara, pero también más bonita.

Siempre podemos consiguen más cosas en grupo que por cuenta propia, aunque la mayoría de veces nuestro egoísmo hace que solo pensemos en nosotros mismos.
Así que entre Paco, Laura, Nacho, la pareja de franceses y un servidor, decidimos negociar el precio con Hans de Silva, el capitán del barco. Si no nos bajaba el precio por ver los glaciares, ninguno iría a verlos.

El ferry iba sorteando icebergs hasta llegar a la pared del glaciar donde se detuvo unos minutos. Se podía observar como caían masas de hielo de sus paredes.

Evidentemente con tanto iceberg cerca el hielo no era un problema. El ferry tenia una lancha zodiac, así que solo hacía falta un voluntario. No hizo falta ni que lo pidiese, Nacho ya estaba sentado en la lancha...

El barco llego a Villa O´Higgins a las 17:30. Una vez allí nos fuimos al hostel de Jorge, el Mosco. Jorge era gallego, había recorrido sudamérica durante 3 años, hasta que un día llego a Villa O´Higgins y decidió quedarse allí. Vendió su negocio y monto un hostel aquí.
Al día siguiente nos esperaba la mítica carretera austral. Estaba impaciente!
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